Almagro desperdició la tercera oportunidad en busca del ascenso a la máxima categoría del fútbol argentino.
El partido a ganar era sin duda en Puerto Madryn, donde Almagro jugó un encuentro mediocre pensando en los demás equipos en vez de pensar en nosotros mismos y ganar el partido.
La final jugada en Sarandí, mostró un equipo con muchas dudas, un medio campo flojo, delanteros de espalda al arco y desatenciones fatales en el fondo que costaron muy caro.
Los octavos de final con Agropecuario, un equipo fundado en 2011 justamente 100 años después de Almagro, demostró cómo quedó golpeado el equipo con jugadores sin ánimo, sin garra y sin amor por la camiseta.
Almagro no sólo fue superado en todas sus líneas sino que además fue vapuleado por momentos por un equipo ordenado que no dejaba de atacar y llegar al área Tricolor provocando zozobra, con un técnico que motivaba mandando al equipo arriba aún ganando.
Un renglón aparte requiere el inexperto DT del Club Almagro Sebastían Bataglia, donde de manera consecuente partido tras partido se ha equivocado en los planteamientos, con Flandria dimos lástima, en Madryn no jugamos a nada, en Sarandí demostró como no debe jugarse una final y contra Agropecuario salió a jugar sin 9 con un equipo conservador y desmotivado aprovechando la ventaja deportiva que le salió muy mal, realmente un papelón, un fracaso atribuible al plantel y al DT porque muchos directivos les brindaron todo lo que el club tenía al alcance para llegar al logro máximo y quedar en la rica historia del club.
Otros directivos quizá no han estado a la altura de las circunstancias, pero nada tiene que ver esto con los resultados deportivos, pensemos que el DT Grelak dejó sorpresivamente de ser el técnico del primer equipo cuando estaba tercero a 1 punto de Rafaela y Aldosivi y candidato al ascenso directo de la Superliga, argumentando "bastante desgaste" por la mala relación con la comisión directiva.
El equipo no fue armado para ascender sino para no estar entre los seis de abajo oportunamente decía el presidente, quizá también deban explicar los pocos que manejan el fútbol, porqué jugadores como Matías Ruiz Sosa, jugador del club y titular indiscutido, hace la plancha porque el representante que muchos consideran ídolo de Almagro, lo retiene y extorsiona a la institución.
Muchas cosas salieron bien y otras muy mal, de una vez por todas debe haber metas claras y hacerse las cosas de la manera correcta, sin caprichos, sin personalismo, sin soberbia pero también con sentimiento de pertenencia al grupo, con un proyecto de club, pensando en un futuro promisorio entre todos los que quieren a Almagro y no perdernos en la intrascendencia.
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